viernes, 7 de agosto de 2009

Reportaje: David Beckham, “Spice Boy” y su otro yo



LOS ÁNGELES, EE.UU.- Para nadie es un secreto a voces que David Beckham vive un calvario en el Galaxy. Su retorno a los Estados Unidos no ha sido el statu quo que se esperaba. Don David ha mostrado una faceta desconocida por muchos hasta ahora. Todos conocemos al futbolista o al mediático; el que apareció en escena recientemente no es del todo conocido…

Todo mundo conoce a David Beckham. El futbolista. El excelente cobrador de tiros libres. El de las combas al ángulo. El de los pases milimétricos. El de los centros con efecto a favor del atacante. El que corre por todo el campo como un chaval de 20 años. Sin duda alguna, los hooligans del Manchester United lo idolatran, ya que formó parte de aquel histórico equipo que consiguió el trébol (Liga inglesa, Champions League y Copa FA). Sin titubearlo, la parcialidad merengue le agradece mucho su entrega y sudor por los colores blancos, además de auxiliar al Real Madrid a conquistar una Supercopa de España y la liga 2006/2007 con la que se fragmentó una sequía de cuatro años sin galardones…

Tanto los tabloides británicos, como los paparazzos y la farándula de Hollywood tratan al “Spice Boy”. El fenómeno social, publicitario y mediático. El que aparece en las tapas de los diarios amarillistas. El que es tema habitual de conversación en la prensa rosa. El sex symbol protagonista de campañas publicitarias del rastrillo más famoso del mundo o de un emporio de vestimenta italiana. El Don Juan por el que suspira una generosa cantidad de féminas alrededor del orbe. El esposo de Victoria Adams. El dandy de los peinados extrovertidos y que estremece la moda mundial. El que invitaba a Elton John y Joan Collins a tomarse unos tragos coquetos en el Beckingham Palace. El vecino de Tom Cruise y Katie Holmes…

Muy pocos conocen al “otro yo” de Becks. El que se esconde tras bambalinas. El que rara vez asoma su silueta. Veamos. Ulteriormente de un buen desempeño del mediocampista inglés (con dos asistencias incluidas) en su retorno al Home Depot Center –después de su odisea europea con el mismo Milan– y el empate final a dos goles entre el LA Galaxy y los rossoneri, la hecatombe se dejó sentir. El sector más radical de los Goatbusters, mejor conocido como la `Riot Squad´, le reprochó al inglés el poco (por no decir nulo) interés por vestir y honrar los colores de susodicho club. Mantas que rezaban las leyendas “¡Vete a casa fraude!” o “Estamos aquí antes de ti, después de ti y a pese a ti” expresan el sentimiento actual del aficionado #12 del Galaxy. La cereza en el pastel fue observar a un David Beckham íntegramente “enganchado” y caliente, queriendo arreglar las cosas en un “mano a mano” contra un espectador iracundo.

Esta identidad desconocida y camaleónica de David ha sido pocas veces vista. Algunos recordaran su escapismo a lo “Harry Haudini”, luego de las críticas vertidas sobre su persona luego de que fuese culpado por la eliminación de los británicos en el Mundial de Francia ´98, después de una tonta patada sobre Diego Simeone. Otros resuenan la acalorada discusión con su entonces DT Sir Alex Ferguson, que culminó con un zapatazo “accidental” por parte del escocés al ex jugador del ManU. Muchos marcan este último incidente como la gota que derramó el vaso y fracturó su relación con el mister, lo que provocó que David terminara por rechazar la renovación de su contrato y firmase con el Real Madrid.

Los hechos hablan por sí solos. Lo que se le increpa al británico es el hecho de menospreciar al equipo estadounidense en beneficio de los italianos. Se le abuchea por un simple acción: la MLS comenzó en marzo y era ahí cuando él debía volver a Los Angeles, pero presionó para acabar la temporada en San Siro. Eso es lo que la afición le recrimina, que el equipo que le paga, se haya visto sin su jugador durante cuatro meses cuando son ellos quienes pagan. Se le reprocha el haber alargado su estancia en Milanello cuando estaba pactado –originalmente– de otra forma. La cesión caducaba en marzo, periodo en el cual empezó la liga Americana, estipulación que no se respeto, ni por su parte ni por parte del Milán. A la vista está, que David se ha dado cuenta del gran error que cometió al irse con sólo 30 primaveras (todavía tiene varias años de buen fútbol) a usurpar el mercado del país del Tío Sam. Hoy en día, está como loco por volver a Europa a jugar un fútbol de nivel y poder aspirar a ir al Mundial (ya lo condicionó Fabio Capello), pero de ahí a faltar al compromiso con el equipo que lo fichó a base de talonario, es bastante ignominioso. Beckham tiene bronca consigo mismo, él mismo lo sabe y la única “ruta de evacuación” que se le presenta en el camino es la cláusula para irse al final de esta temporada, y novias no le han de faltar –si es que le han faltado alguna vez–.

Por lo pronto, la cúpula del equipo angelino decidió darle un espaldarazo de confianza a… la afición. Pidieron disculpas en nombre de Beckham, por lo que seguramente restan más capítulos de este culebrón.

¿Recuerdas más acciones sui generis de futbolistas que creías caballeros y terminaron por salir por la puerta trasera del club?

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