domingo, 14 de febrero de 2010

Opinión: ¡Andrés Palop (debut) selección ya!

El cántico que recorre con resonancia los feudos del fútbol español prorrumpe justicia para un excelente ser humano y guardavallas: Andrés Palop Cervera. Su presente lo ubica como uno de los porteros más en forma de la Liga española. Con los cotejos de preparación para Sudáfrica `10 a la vuelta de la esquina, ¿por qué no ensayar, de una vez por todas, con este contorsionista de los milagros? Respuestas sobran. Por méritos propios, para evitar cualquier escenario imprevisto y ¿por qué no?, para pelearle la plaza a los otros dos cancerberos.


¡Honor a quien honor merece! Andrés Palop, el oriundo de Alcudia de Carlet no suele ser un imán de portadas de diarios deportivos, telediarios o para la mediósfera en general. Las camisas con su nombre o número no serán las más vendidas. Su cromo del próximo Panini 2010 yacerá en tres de cada cinco sobres. ¿Trasciende? El meta del Sevilla no se da a conocer por escándalos extradeportivos. El prefiere el perfil bajo: juega y habla dentro del campo. Ateniéndonos al mainstream, el podium de la portería en la selección española está encabezada por el merengue Iker Casillas.

El segundo lugar lo disputan José Manuel Reina y el sujeto en cuestión. Durante la era Del Bosque la lista no sufrió muchas modificaciones en este puesto, hasta la aparición del villarrealista Diego López. Anteriormente, hubo los aventurados que postularon al novel Sergio Asenjo -cuando militaba en el Valladolid-. Aceptémoslo, el tercer portero forma parte de la ‘delegación de primeros auxilios’.

Es decir, los últimos en orden de preferencia de la lista de 23 jugadores con escasas chances de jugar el Mundial; aquellos que calientan, previamente, el banquillo del suplente del titular. Su función se reduce a vacacionar como turistas, fungir como compañeros de cuarto antiestrés y ser un soporte psicológico y emocional para el resto de la plantilla.

Sin embargo, en la mayoría de los casos se destacan por ser líderes del vestuario. Por ejemplo, en Italia ´90 Sergio Goycochea transformó la casualidad (y la mala suerte del lesionado Nery Pumpido) en éxito y liderazgo repentino al guiar a Argentina hasta la final, donde sería eliminada por Alemania –en medio de un polémico arbitraje de Edgardo Codesal–. De la noche a la mañana, ‘Goyco’ tomó la batuta de su escuadra junto a Maradona. Tuvo que esperar, pero su paciencia redituó frutos.

Mismo caso parecía el de Palop. Crecer bajo la sombra de un histórico para el Valencia como Santiago Cañizares, debió ser complicado. Empero, esta situación forjó su carácter ganador y tenaz que sorteó infinidad de obstáculos (cesiones, ostracismo en el primer equipo y bajo nivel de juego). Su rendimiento actual no es exclusivo de esta temporada, ya tiene años alzando la mano con su virtud principal: constancia. Su desembarco en La Roja tuvo fecha el 20 de agosto de 2007 versus la tierra de Homero. Para su mala fortuna, la convocatoria respondió a lo que nunca será el talón de Aquiles de Casillas: una lesión. Desde entonces, su apellido integra las listas a menudo.

Paradójicamente, su actuación más memorable con la selección fue el detalle de recordar y homenajear al ‘desterrado’ Luis Miguel Arconada –aquel protagonista aciago de la ‘cantada’ Francia en la final de la Eurocopa 1984–, gesto diplomático que reconcilió a la triada española (ex portero, afición y medios de comunicación) y lo esculpió como el embajador de la armonía. Levantó el cetro de campeones de Europa en el 2008 sintiéndose parte del conjunto; esto habla de su plausible capacidad para adaptarse al contexto sin reproche alguno y, por si fuese poco, disfrutar de las mieles del triunfo.

Sobriedad debiese ser su segundo nombre. Aunque dentro de su sensatez habita una chispa de locura y descaro que rompe los guiones. Cómo olvidar el remate de cabeza en un córner ante el Shakhtar Donetsk en los ocatvos de final de la otrora Copa UEFA edición 2006-2007. Así que, como recomendó José Ortega y Gasset, en plena “época de las corrientes”, no hay que “dejarse arrastrar” por la opinión pública (que no es más que la expresada por los líderes de opinión y no por la vox populi). “La voz del todo es la voz de todos”, expone la falacia. ¿Casillas mejor que Palop en la selección? Hasta verlo, no creerlo…

Debate: ¿Merece Andrés Palop un lugar seguro como tercer portero destino a Sudáfrica o debería Del Bosque arriesgar por su buen momento y alinearlo en los amistosos?

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